domingo, noviembre 30

Estudiar periodismo de buen nivel, y gratis...

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Tenemos que ser cazadores furtivos de todo, decía ese periodista que siempre se pone como ejemplo para hablar del oficio: Ryszard Kapuscinski. El polaco hablaba de la sed que debemos tener los que amamos este trabajo, sed que nos obliga a leer de todo y a buscar nuevas formas de aprender.
Hay algo que estoy utilizando últimamente con más metodología y paciencia: el e-learning. Esto del aprendizaje virtual, tan cómodo, sin tener que moverme a una universidad o centro específico, verle la cara al profesor y etcéteras más, me ha sorprendido gratamente. Primero lo experimenté como profesor, intercambiando en un diplomado de medios impresos en la UTPL el año pasado. Y ahora último "asistiendo" a un curso de la Knight Foundation. Precisamente esa experiencia es la que me lleva a comentarlo en el blog, porque he confirmado que hay herramientas interesantísimas y muy útiles para aprender más de periodismo con centros especializados. Y gratis.
Les voy a dar dos ejemplos de cómo buscarse los cursos en dos sites, plataformas e idiomas distintos que tienen que ver con la misma Knight Foundation. El uno es el Centro Knight para el Periodismo en la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos, creado en el 2002 como un programa para entrenar a periodistas de América Latina y el Caribe por una donación de la misma Knight Foundation. Es un centro trilingüe (inglés, español y portugués) fundado por el profesor Rosental Alves, prestigioso periodista brasileño, considerado uno de los pioneros del periodismo en internet para América Latina. En este link se pueden chequear los cursos que se han ofrecido virtualmente a más de mil periodistas de las Américas. Lo que hay que hacer es estar atentos a la apertura de nuevos programas, inscribirse oportunamente y esperar la selección. La formación es gratuita, y son cursos rápidos, que pueden durar un mes y que se siguen bajo una plataforma amigable, muy fácil de usar y basada en lecturas, asignaciones de tareas semanales, foros entre los estudiantes y chats con los profesores. Siempre, si se intenta varias veces, habrá la posibilidad de algo, obviamente cumpliendo algunos requisitos, que no son demasiado exigentes. Hay cursos en inglés, en español y portugués. No todo lo que se da en inglés lo hacen en español, así que los que tienen algo de dominio del idioma inglés pueden aprovechar aún más.



Además, en el Centro Knight hay diversos recursos y herramientas, por ejemplo se puede conseguir el libro Periodismo 2.0 Una guía de alfabetización digital para sobrevivir y prosperar en la era de la información. Se lo puede bajar en español en formato PDF. Si aún no son de los que leen en pantalla (a mí me fascina el papel todavía y prefiero imprimir las cosas) pueden imprimirlo a doble cara y encuadernarlo. Está para eso, para bajarlo, así que no se preocupen por el Copyright.
Por ahí lo que tiene que ver con el Centro Knight. Pero hay otra maravilla llamada News University (la Universidad de las Noticias), que tiene el concepto de entrenar periodistas, cuando sea y donde sea. Eso sí, este programa, que es parte del Poynter Institute for Media Studies (con sede en Florida, Estados Unidos), creado por la Fundación John S. y James L. Knight, es enteramente en inglés. Hay que registrarse gratuitamente y se puede acceder a una oferta increíble de cursos, unos gratis y otros pagados, pero que tienen la misma condición: son virtuales y al ritmo del estudiante.




En http://www.newsu.org/se puede echar una mirada general a los cursos que se ofertan. Hay una más específica, con el calendario futuro.
¿Cursos gratis? Aquí algunos: Manejo de raza y etnicidad (de dos horas de duración); Introducción a la toma de decisiones éticas (tres horas); El lenguaje de la imagen (dos horas); Matemáticas para periodistas (dos horas); Legislación para medios online, lo básico para bloggers y otros editores online (dos horas).
En fin, News University es una herramienta única para un aprendizaje continuo y a la medida. Y me imagino que en la web deben haber muchas otras que desconozco y que tal vez alguno de ustedes sí. Ojalá podamos intercambiar más detalles al respecto.

sábado, noviembre 29

¿Periodismo sin editores?

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Sí, esa es la pregunta que causa polémica en foros, encuentros o cursos que analizan el periodismo actual y sus implicaciones con la tecnología. Este famoso concepto moderno del periodismo ciudadano, aquel que puede hacer cualquier ser que no haya ido a la Facultad de Periodismo o que trabaje en un medio de comunicación, es motivo de un debate delicioso. Traigo el tema al blog porque una vez más fue noticia esta semana tras los mortales ataques terroristas ocurridos en Bombay, India (Mumbai, para las agencias internacionales). El twitter (la plataforma que permite el envío de mensajes cortos a través de celular o de internet y que se lo etiqueta como microblogging), y los blogs fueron los reyes de la primicia. ¡Abajo la CNN! Ella misma, la todopoderosa cadena norteamericana, tuvo que hacer noticia con las fotos de un tal Vinu, que según el sitio web de la cadena con sede en Atlanta, es un fotógrafo con base en Bombay que colgó sus fotos en este link del popularísimo Flickr.
Los reportes sobre la instantaneidad informativa de los cibernautas-periodistas inundan la web en estos últimos días. Un despacho de Reuters lo comenta; la misma CNN lo reporta en una nota titulada Tweeting the terror, en la que se asegura que cada cinco segundos se enviaban, vía Twiter, 80 mensajes a teléfonos celulares, algo realmente asombroso.


De eso se alimentaron medios online e impresos, televisoras y radios, que hicieron noticia con las noticias que recogían los ciudadanos que miraban de primera mano el horror del terrorismo y que hacían algo sorprendentemente bien: periodismo de servicio. Porque pedir vía twitter o informar mediante esa tecnología que, en hospitales específicos, se necesitan pintas de sangre de tal tipo; reportar que tales personas están a salvo o dar teléfonos de contacto, es un claro periodismo útil, solvente y necesario.
Ya no se necesitan editores, sentencian algunos. Es el fin de los medios tradicionales y sus prácticas arcaicas, casi que celebran otros. Hay que cambiar o nos entierran, se repite en las redacciones. ¿Qué futuro se espera para el oficio con tanta tecnología e inmediatez? No se puede desviar la mirada. Hay un cambio, que no implica cambiar las esencias inalterables: búsqueda de la verdad a través de la mayor cantidad de reportería, ética informativa, claridad en el lenguaje. Pero lo cambiante es que ya no se puede pensar un periodismo de un consumidor pasivo. Eso es cosa del pasado. Ahora, aparte de la posibilidad de entregar información instantánea, los consumidores de medios son críticos feroces con un simple click en la versión online del medio; proponen cosas, pueden enviar fotos. En definitiva, quieren interactuar. Quieren ser parte incluyente.
Y los editores están allí. Aún se los necesita para ordenar toda esa maraña de información, para no solo enviar los qués, sino procesar los cómos y los porqués. En definitiva: para dar algo más que la información pura, para analizarla y proyectarla para que el consumidor informativo tenga herramientas para tomar decisiones de todo tipo. Se necesita un producto informativo empacado de forma ordenada, jerarquizada (sí, es una subjetividad por supuesto, ¿pero quién si no los sujetos son los que hacen periodismo?). Y se los necesita para alimentarse de esa maravillosa cantidad de información que pueden brindar esos ciudadanos-reporteros o cibernautas-reporteros. Phil Harding, ex director de noticias de la BBC, en una entrevista con Clarín lo dice claro: no hay que temer a la participación de las audiencias. Bienvenidos entonces esos periodistas que deambulan por las calles con un Smartphone o una camarita de bolsillo. Van a enriquecer las redacciones, que esperan sus aportes para procesarlos de la mejor manera.

jueves, noviembre 27

RSS, una poderosa herramienta para estar informados

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Llega un momento en que la avalancha de información que recibe un periodista es imposible de controlar. La ola, inmensa, lo inunda todo si es que no se la organiza de alguna forma y puede dejar damnificados. Pero siempre habrá aliados, ahora diferentes a la pluma y al cuadernito de notas. La tecnología trae herramientas espectaculares para el oficio. Sé que muchos de ustedes ya conocerán de esto, pero mi experiencia personal de periodista de una redacción es ver diariamente a la mayoría de mis colegas desesperados por no poder consumir de una manera más eficiente los cientos de cables, mails, alertas o mensajes de celular que recibimos. Es una telaraña eterna que nos rodea y que, a veces, no nos deja ver bien el bosque por estar moviendo las ramas. ¿Cuál es el resultado de esa maraña de infoxicación, como le llaman algunos teóricos? Que muchas veces pueden tomarse decisiones de edición con una visión aún más parcelada de ese todo inalcanzable. Algo de esa angustia (que no se ha ido ni se irá por supuesto) me pasaba hasta que conocí los RSS. ¿Qué son? Los expertos pueden saciar de manera más técnica las dudas. Esta guía puede ayudar. En términos sencillos y para no complicarnos tanto el RSS son las siglas de Really Simple Syndication, que como su nombre lo indica quiere hacerlo todo Really Simple (Verdaderamente Simple). ¿En qué nos ayuda? Hagan de cuenta que es una tecnología que se ayuda de un software al cual lo vamos a alimentar de la información que queremos recibir y que es de nuestro interés periodístico o de puro lector. Este programa, a medida que le vamos agregando cada uno de nuestros deseos informativos, puede rastrear en el internet la información, constantemente actualizada, de los websites de su interés o hacer seguimiento de algún tipo de personaje o marca que haga noticia diariamente en cualquier sitio web del mundo. Si alguien es reportero deportivo y cubre a Emelec, puede organizar un canal de RSS sobre todas las entradas que se hagan en internet de la palabra Emelec. Es tremendamente poderoso para estar eternamente informados con lo último de lo que se esté hablando o conociendo.
¿Cómo llegar a alimentar los RSS de mi interés? En Yahoo! o Google hay facilidad extrema para usar sus plataformas y añadir nuestros RSS a partir de las cuentas personales de mail de estos dos sites. Personalmente me gusta Google. Luego de abrir una cuenta en Gmail, el programa que ejecuta los RSS es Google Reader www.google.com/reader, una plataforma muy amigable y en la que cada una de las entradas de nuestros sitios favoritos aparecen en un formato muy similar al de la bandeja de entrada de un correo electrónico.

Mi página de Google Reader se ve así:















Google Reader me parece muy sencilla, atractiva incluso con el idioma, porque puede personalizarse en español. Basta con poner The New York Times, CNN, El Universo, El Comercio o El Telégrafo o la palabra que se desee en el espacio donce dice "añadir descripción" y aparecerá un feeder (o alimentador) para añadir los sites o secciones específicas que desee agregar.
Google o Yahoo! no son obviamente las únicas opciones. Otros softwares como http://www.netvibes.com/ o http://www.pageflakes.com/
también brindan plataformas interesantes en inglés, que tienen la misma ventaja de las anteriores, de que pueden ser revisadas en cualquier computadora con acceso a internet. Y para los que han sucumbido al internet móvil con los famosos Smartphones (tipo BlackBerry), un software genial y de mucha rapidez es Viigo http://viigo.com/home Se puede bajar, gratis, en estos aparatitos que cada vez generan mayor adicción.
Les dejo la inquietud entonces de los RSS. Yo, como ustedes lo han de estar haciendo, sigo descubriendo novedades y aprendiendo de esta tecnología que ayuda un montón a echar una mirada a ese todo que jamás podrá ser consumido totalmente.

Dispuesto a mediar

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¿Qué hay de nuevo en el oficio? ¿qué se dice? ¿qué se hace? ¿cuál herramienta me puede ayudar a hacer mejor mi trabajo? ¿qué textos valen la pena ser analizados? Son preguntas que nos hacemos a diario los que estamos metidos en esta pasión del periodismo. El blog me llamaba desde hace rato, y aquí estoy, seducido por la tecnología, tratando de hacer lo que debemos hacer los periodistas: mediar. Buscaré encontrar herramientas positivas y necesarias para nuestro trabajo diario, tan cambiante y tan repleto de nuevas tecnologías que, si no se las canalizan bien, pueden abrumar, alterar o generar confusiones. Y en el peor de los casos (y el más penoso) pueden ignorarse, y así perderse un mar repleto de peces por descubrir.