domingo, diciembre 28

Dos mundos distintos, un solo periodismo


No fue la muerte de León Febres-Cordero. Ni los insultos de Rafael Correa a la prensa, a la que llama, con su dedo generalizador, "mediocre y corrupta". Tampoco fue la matanza en Angostura, donde cayó el líder guerrillero de las FARC, Raúl Reyes. Y no logró serlo el histórico título de la Liga de Quito en la Copa Libertadores de América. La noticia más leída en la web en eluniverso.com durante el 2008 fue Joven en Suecia interrogado por video violento en You Tube, en el que amenaza con actos suicidas. Sí, tuvo 34.413 visitas. Y para que no quede ninguna duda, la segunda más leída en este ranking fue China bloquea You Tube al aparecer videos sobre protesta en Tibet, con 33.425 lectores online accediendo a ella. Acá el top ten.
Definitivamente hay dos mundos totalmente opuestos en cuanto a intereses y hábitos de lectoría. Y este top de eluniverso.com es solo un ejemplo de ello. Vayan y analicen los más leídos de diversos sitios. Puede ser elcomercio.com o The New York Times. Por lo general hay dos bosques con árboles de distinto follaje. Es el papel junto al online (no versus, ya no). Y cada uno arrastra a un público que piensa distinto, que es atraído de forma distinta, que lee distinto. Que los medios online ganan cada vez más terreno sobre sus pares tradicionales no es ninguna novedad. Y que los dos coexisten y coexistirán tampoco es una predicción cargada de dificultad. La reflexión necesaria es cómo el un medio puede alimentar al otro, cómo pueden ayudarse.




Lo tradicional en el ya famoso asunto de la convergencia en las redacciones -del que aún queda muchísimo trecho por hacer en Latinoamérica, según las apreciaciones de los colegas cuando hay la posibilidad de reunirse y hablar del asunto- ha sido utilizar el papel impreso para llevar lectores al mundo online. Pero hay opciones distintas que se vienen intentando en otros lados desde hace algún tiempo. Un artículo de Nieman Reports, la publicación trimestral de la Fundación Nieman para periodismo de Harvard, analiza cómo se vivió este proceso, pero al revés, en el Portland Press Herald, con la creación de una sección semanal en el impreso (iHerald) con una fuerte dosis de participación ciudadana (el llamado periodismo ciudadano) en la elaboración de sus contenidos. Es decir que los espacios impresos surgieran, una parte de lectores que enviaran sus aportes a través de la web y la otra con la tradicional de los periodistas de planta. Un dato interesante es que la mayoría de los textos de la sección se materializan por sugerencias de los propios lectores.
Son dos mundos distintos, sí, pero sigue siendo un solo periodismo. Donde sea, en papel, online, por pantallita de celular, el buen periodismo deberá ser siempre el norte. ¿Cómo lo hacemos atractivo en este tiempo de consumo rápido de las noticias para los que tienen acceso a la tecnología? Ese siempre será el reto. Hay una frase interesantísima que Los Angeles Times tomó como caballo de batalla en esto de la convergencia mediática: "Break it on the web, expand it on the print" (Golpea en la red, expándelo en el impreso)". Dar más en el impreso. Eso es lo que nos piden los lectores, cada vez más exigentes en este mundo periodístico lleno de fantasmas en el que la palabra crisis cabalga en las redacciones del primer mundo en forma de hacha que corta puestos.