martes, enero 20

Del discurso a la tormenta


Tomado de cbc.ca

Esperanza. Cambio. Utopía. Barack Obama genera diversas reflexiones hoy, un día al que ya parece muletilla calificarlo de histórico, pero que en realidad es uno de los mejores adjetivos posibles. Un día cuyo simbolismo va mucho más allá de las tierras estadounidenses, así los radicales nacionalistas digan lo contrario.
La suerte de Estados Unidos es la suerte de gran parte del mundo entero. La suerte de Estados Unidos, a pesar de los necios, es la suerte de Ecuador. Así que debe importarnos, y mucho.
No va a ser difícil ser mejor que Bush hijo. Esa será la tarea más fácil. Lo titánico será, y ojalá no derive en trauma, que tanta esperanza dure. Que tanta fe en un cambio, que tanto simbolismo libertario cargado del recuerdo de Lincoln y de Luther King, no se destruya rápidamente. Más bien que se continúe edificando.
¿Escepticismo? Siempre será necesario en la raza periodística. ¿Fe? Tan solo esperanza. Porque un hijo de padre africano, un ciudadano del mundo por sus continuos viajes desde niño, un abogado de Harvard que prefirió el servicio comunitario en las barriadas pobres de Chicago, tiene que ser alguien distinto. Sus raíces lo dictan. Su esencia lo obliga. La historia, contundente martillo, golpeará y dictará veredicto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La esperanza es lo último que se pierde, Obama es la esperanza hecha carne y hueso, representa a una de las minorias del mundo, él conoce lo que es discrimiancion, y como vive la gente pobre, ojala sus esfuerzos nunca desfallescan y siempre con la frente en alto, sea la voz del menospreciado.

Ademas de que a mi personalmente, me parece que Obama tiene carisma y eso lo vuelve atractivo.
; )