sábado, agosto 29

¿Quiere una mejor banda ancha? Pídasela al Ministro

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Tomado de solucionesancade.com

Puede que esté harto de su mala conexión a internet. Puede que le fastidie el mal servicio o que le irriten las escasas posibilidades de pagar menos para acceder a toda esa maravilla que hay detrás de la red. Quéjese entonces al nuevo ministro.
Tiene un nombre rimbombante esa nueva Cartera creada por el Gobierno del Ecuador: Ministerio de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información. Acorde a los tiempos. Puntual con las necesidades de la modernidad.
Y acorde a esos tiempos hay una iniciativa muy llamativa que circula estos días en la web y que debería entusiasmar a los profesionales ecuatorianos o a cualquier ciudadano al que interese la tecnología.
La propuesta es simple: entrevistar al Ministro de Telecomunicaciones, Jorge Glass. Transmitirle, luego de un proceso colectivo de generación de inquietudes a través de la red, cuáles son las sugerencias, críticas, prioridades, interrogantes que la ciudadanía vinculada o no a procesos tecnológicos tiene y espera de su función.
El propulsor de esta idea es Carlos Correa Loyola, un lojano conocido entre los asiduos a las redes sociales como Calú, y quien es el Director de Tecnología de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL).
"Creo que es el momento de que el colectivo ecuatoriano relacionado con la tecnología ponga a prueba su capacidad de organizarse, de plantear propuestas y de pedir acciones. Ya hay bastante de blogs personales mostrando la foto del gatito, y usuarios de Twitter o Facebook estériles e inútiles", asegura en
su propuesta.
Para ejecutarla usa el concepto wiki (creación colectiva libre en línea) para ir acumulando los planteamientos que se van sumando de a poco en
el espacio virtual que cualquiera puede editar. Las inquietudes ciudadanas se recogen hasta este 2 de septiembre y con ellas se irá a tocar la puerta del Ministro para entrevistarlo. Sus respuestas (sus promesas, diría mejor) serán publicadas, en un efecto cascada, en todos los blogs y redes sociales de los participantes.
Calú recalca la importancia de actuar y dejar de hablar. Ejercer un rol de ciudadanos que no solamente critican sino que aportan y construyen.
¿Qué es lo más urgente que necesita priorizar el nuevo ministro? Correa lo enfatiza: mayor cobertura y menos precios en el acceso a internet.
"Solo por un momento imaginemos que en cada hogar, escuela, colegio y universidad existe 50 veces más el ancho de banda actual a un costo 50 veces menos que el actual, y que el porcentaje de penetración se multiplique solamente por cinco; te aseguro que en menos de un año tendríamos mas de mil nuevas empresas haciendo negocios en la web", asegura.
¿Periodismo distinto? Pues sí. Y en este caso un ejercicio de comprometer a la fuente, de hacerle saber que una comunidad organizada, con conocimiento del tema, sigue sus pasos y que le pide cuentas, que le exige cambios, compromisos, respuestas concretas. Ya sabe. Si su internet es más lenta e inefectiva que el solitario George de las Galápagos pues ya tiene adónde quejarse.

jueves, agosto 27

Capote, 25 años después

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Truman Capote, fotografiado por Jack Mitchell, en 1980, para el Chicago Tribune.
Tomado de jackmitchellmovie.com

Los genios siguen vivos en sus huellas. Truman Capote es uno de ellos. Estos días se recuerdan 25 años de su muerte, pero sus escritos, sus libros, las historias de su vida irreverente y su herencia siguen totalmente vigentes.
Sí, es un lugar común, pero hay que repetirlo. El periodismo actual tiene deudas con Capote. Lo cambió. Alteró las formas y con ello el fondo. Prendió el combustible de un género maravilloso, la literatura de no ficción, con A sangre fría, ese libro genial, meticuloso, reporteado a veces de manera perversa, en el que reconstruía los hechos de un brutal asesinato en Holcomb, un pueblo olvidado de Kansas. ¿Para qué inventar, si la realidad es mucho más rica que la ficción?, escribía en un perfil que le hice hace tres años cuando volvió a ser motivo de análisis por la oscarizada película Capote.
Antisistema, extraño pero carismático, perfeccionista al punto de esperar años que cuelguen al asesino del que se había hecho amigo para cerrar de manera perfecta su novela, Capote era un hombre atormentado por sus demonios, como lo narra el actor Phillip Seymour Hoffman, que lo interpretó. Así recuerda al personaje que le dio un Ocar en una nota publicada por El País de España: "Era un hombre que no tenía poder sobre sus propios demonios".
Como es lógico, la web se llena estos momentos de perfiles, análisis y lecturas de su obra. Dentro de toda esa maraña hay un texto que me llamó la atención: Si Capote viviera.
¿Qué pasaría con él en una redacción contemporánea? ¿Tendría el tiempo, la venia de sus jefes para escapar al presupuesto limitado? ¿Podría dedicarle más de una semana a una historia?
Ejercicio interesante. Si Capote viviera. Para pensar...

lunes, agosto 17

Pese a todo, el perro guardián ladra fuerte en Latinoamérica

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Tomado de theglobeandmail.com

El periodismo de perro guardián en Latinoamérica está vivo. Y en estos días Lima es el epicentro que lo demuestra. Allí, en la capital peruana, se realiza la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación, un espacio para compartir los cómos de este género periodístico.
Un momento para contar la metodología, las trabas, las anécdotas detrás de piezas periodísticas que buscaron revelar algo que alquien con poder quería que permaneciera oculto. Un escenario que también muestra los dolores de una región en la que hacer periodismo es un oficio riesgoso.
"Estoy cansada de reportear la muerte de mis compañeros", dice la periodista María Idalia Gómez, de México, un país donde el narcotráfico genera cada vez más terror en todos los estratos.
Gómez, coautora juntoa a Darío Fritz del libro Con la muerte en el bolsillo , resaltó en su ponencia la necesidad de dedicar más tiempo y recursos a la investigación periodística del narcotráfico. Hay orfandad frente al tema, lamenta.
"La cobertura del narcotráfico se ha convertido en una mera enumeración de cadáveres y acribillados. Una numeralia de la muerte. El narcotráfico es hoy nota roja. Nota policial. Es verdad que eso agita y emociona, genera opiniones y llama la atención. Pero creo que puede ser nuestro peor enemigo. Nos estamos quedando sobre la superficie, o nos hacen quedar en la superficie y no lo comprendemos".
La de Gómez es una de las miradas de esta conferencia. El Instituto de Prensa y Sociedad (Ipys), organizador del evento, ha hecho un excelente trabajo para compartir de manera online las otras miradas. Todo lo que se dice, muestra y teoriza en este evento.
Revisen el blog de la cita, chequeen su cuenta en Twitter o busquen su espacio en Facebook. Las alternativas para informarse de cada una de las ponencias, para acceder a links originales de reportajes o a los consejos de los periodistas, son diversas.
¿Un muestreo de temas? Aquí algunos: Las conexiones de Ollanta Humala con Venezuela, Las movidas de Uribe por la reelección, Actividades al margen de la ley en las favelas cariocas, Cómo investigar casos de lavados de dinero, Los contratos millonarios del hermano de Rafael Correa, Ser periodista en Venezuela, entre otros, integran el escenario. Una herramienta valiosísima es este resumen de los sitios webs mencionados como útiles a la hora de investigar por la red.
"En México los periodistas hemos renunciado a informar y eso tendrá un costo altísimo". La frase, de María Idalia Gómez, refleja la importancia del no aflojar. Y me recuerda también una sentencia que le escuché decir alguna vez a Gerardo Reyes, prestigioso periodista de investigación colombiano que está disertando en esta conferencia: "A los periódicos no nos recuerdan por nuestras primicias, sino por nuestras denuncias".

sábado, agosto 15

Menos periódicos, más corrupción

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Tomado de www.eia.doe.gov
Un país sin periódicos de papel. Así es la película de terror que algunos predicen ya, para muy pronto en los Estados Unidos (en realidad hay un vaticinio polémico que lo fijó en el año 2043). Y digo de terror, pero más bien podría ser una película de dolor.
La ecuación es sencilla: menos circulación de diarios de papel, más corrupción. Menos técnica periodística diseminada de manera responsable y tradicional en la sociedad norteamericana, más índice de desfalcos, negligencias o impunidad. Es un encadenamiento espectral el que hace Paul Starr en un ensayo reciente que circula en español gracias a la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano.
Starr, PhD en sociología por la universidad de Harvard, es profesor de comunicaciones y asuntos públicos en el Woodrow Wilson School en la Universidad de Princeton y fundador de la revista The American Prospect. Ha escrito abundantemente sobre política, servicios públicos y comunicación en los Estados Unidos.
Su ensayo (acá la versión original en inglés), titulado Adiós a la era de los periódicos (se inicia una nueva era de corrupción), deja muchísimo espacio para la reflexión, sobre todo en tiempos en los que arrecia la crítica a los medios. Es un asunto no solo de Latinoamérica, ha sido un tema eterno del poder al que le molesta que el periodismo hurgue en sus defectos, cumpliendo una de sus principales tareas en las sociedades democráticas: la fiscalización.
La crisis mundial ha dado un golpe adicional a los diarios estadounidenses. El primero, uno bien fuerte y que se convierte en una especie de castigo paulatino, ha sido la migración de lectoría al internet, un modelo que exige gratuidad a gran escala, pero que aún no logra ser rentable y subsidiar al hermano de papel, que continúa, pese a todo, siendo la mayor fuente de ingresos entre los dos modelos.
Internet es maravilloso para el periodismo, sin duda. Hay pluralidad de acceso, posibilidad infinita de participar de esa información incesante. Pero también hay riesgos si no se regulan los mecanismos de publicación tal como la prensa independiente, en la generalidad (y con errores también), lo ha hecho.
“Sin duda en internet hay abundancia de opiniones, pero hay escasez de reportería y aún menos información sujeta a la rigurosidad investigativa o al escrutinio editorial (…) Hasta ahora ninguna compañía en internet ha generado los ingresos suficientes para realizar un periodismo con historias originales para el público general, de la misma forma en que lo hacen los periódicos”.
Starr apunta a esto y añade la realidad actual norteamericana, que se puede sintetizar así: reducción de costos, de periodistas con experiencia; límites a corresponsalías internacionales, capitales o estatales (según sea la magnitud del diario que lo hace), con una tendencia a concentrar los recursos cerca de casa. Se reduce la misión editorial. Se reduce la calidad del periodismo.
Menos reporteros fisgones, menos ojos vigilantes de las instituciones públicas. Menos reporteros fastidiosos, más espacio para encerrarse en lo local, ver menos lo nacional, atisbar de una forma más alejada el mundo. Menos periodistas en las redacciones, más sacrificios en los chequeos internos en aras de la precisión.
“Gran parte de la vida norteamericana quedará en las sombras, nunca sabremos de qué no nos estaremos enterando”. La cita es de Tom Rosentiel, director del Proyecto para la Excelencia del Periodismo en los EE.UU. A esa se podría unir la visión de Milagro Pérez Oliva, Defensora del lector de diario El País, de España, que reflexiona sobre “las incertidumbres de la prensa escrita” y sobre la necesidad de las sociedades actuales por visualizar el futuro ayudadas de herramientas como la periodística. Esto, en medio de la paradoja de una inmensa cantidad de información on line, pero una disminución notable de los que están dispuestos a pagar por ella.
Hace pocos días se recordaron los 35 años de la caída de Nixon. Fue la prensa la que reveló esa política corrupta, con manejos antiéticos. Fue la obstinación de dos periodistas, respaldados por sus directores, los que crearon un símbolo en la historia del periodismo. ¿Será la hora del adiós a Watergate?

domingo, agosto 2

¿Y si le roban la clave de su mail?

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Tomado de abc.net.au
Un pirata moderno, un hacker sin pata de palo ni parche en el ojo, se robó unos documentos digitales para llamar la atención. La noticia en el ambiente tecnológico fue tema de discusión mundial hace pocos días.
Previsiones financieras, proyectos y mails internos de la cada vez más exitosa compañía de microblogging Twitter fueron robados digitalmente y enviados a varios medios en la red, uno de los cuales, Techcrunch, los publicó, en una decisión editorial que riñe con la ética y que desató críticas de sus propios lectores.
Pero más allá del análisis ético, otro tema importante es la razón por la que el pirata digital le contó su hazaña al blog francés Korben. Allí dijo que lo hacía para mostrarle al mundo cuán vulnerables son los datos en internet de cualquiera de nosotros. “Nadie está a salvo en la red”, sentenció.
¿Es así de radical? ¿Los secretos empresariales corren peligro con algún antiético competidor? ¿La cuenta de mail de cualquier ser puede vulnerarse por una pareja celosa que decida contratar a alguien que sepa algo de informática? ¿Alguien más puede clonar la cuenta de Facebook y comentar las fotos de medio mundo poniendo en vergüenza a cualquier mortal usuario de esta red social? ¿Qué tan vulnerables o seguros estamos en Ecuador?
Las preguntas suenan escalofriantes. Y lo que dicen dos expertos guayaquileños en la temática también. Solo se necesitan sentido común y paciencia para acceder a información sensible. No se requiere ser un hacker o un experto en informática para vulnerar privacidades, e incluso los manuales de cómo hacerlo están regados en la red.
Basta tener acceso al computador de alguien en su casa u oficina. Así lo explica Eduardo Palacios, editor del blog de tecnología Tecnodatum.com: “Instalar un programa que registre todo lo que escribes (keyloggers) no es complicado. Por lo general, estos almacenan todo lo que escribes en un archivo y algunos, incluso, se lo envían por correo electrónico a la persona que lo instaló”.
Otra forma de conseguir claves de mails o de redes sociales, en algunos casos, es la simple paciencia y lógica. Eduardo Béjar, director de la Fundación de Ayuda por Internet (Fundapi), recuerda que la tendencia actual de interactividad constante y mucha exposición on-line es una debilidad.
Es la época del apogeo de las redes sociales, en la que se comparte información de forma pública.
“El tema se vuelve crítico pues mediante un buscador como Google se puede obtener información de mucha gente con base en lo que ellos mismos publican, y con esta información deducir sus datos personales, sus intereses, su ubicación para así crear un perfil básico de alguien. Y con ese perfil, eventualmente poder adivinar la clave del e-mail de una persona, o responder la pregunta que permite asignar una nueva clave para ingresar”, explica.
Béjar destaca que la mayor vulnerabilidad está en los usuarios con bajo nivel de conciencia de que no se debe compartir información sensible. El tema de comprar por internet es un ejemplo si se lo hace en sitios inseguros para el manejo de datos. Es vital entender que para ejecutar estas compras no se necesita el plástico ni firmar un voucher, tan solo saber el número de la tarjeta.
¿Cómo saber cuál website es seguro? Béjar hace dos recomendaciones clave: Fijarse si la dirección del sitio donde ingresan los datos de la tarjeta comienza con https:// (lo que certifica que los datos se transmitirán de manera segura desde la PC que se usa hasta el sitio web, ya que van encriptados) y buscar en Google información del sitio y leer comentarios sobre la experiencia de otros usuarios que compraron allí.
Palacios agrega otra sugerencia, que tiene que ver con la suspicacia del usuario (5): Asegurarse de no ser víctima de lo que se conoce como phishing, que es cuando un website copia el aspecto de otro para perpetrar una estafa o robar datos, como el de la tarjeta de crédito, lo que muchas veces se busca hacer vía e-mail.
Cuidado, prudencia, informarse mejor y también pensar mejor sus claves. Esas son las sugerencias. De lo contrario, puede dejar servido el campo para cualquier fisgón virtual si su clave es su nombre, el de su perro, cantante favorito o una fecha evidente. Ahí sí tendrá que chequear el estado de cuenta de su tarjeta. O el rostro virulento de su pareja.