miércoles, septiembre 30

La conciencia grita en su propio canal

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Tomado de elcinturondehipolita.com

Hay un cuento de Edgar Allan Poe que me fascina. Se llama William Wilson y su argumento, que retumba como pesadilla, es sencillísimo: Hay una conciencia, en este caso física, que persigue y llega a atacar al personaje central. Es idéntico, parece un clon. Siempre lo desenmascara, lo hace quedar en ridículo cada vez que Wilson destruye. Cada vez que transgrede. Cada vez que delinque. No importa que él sea poderoso, el otro es su sombra, su fantasma más temido.
Me he acordado de William Wilson ahora que estuve por Venezuela y entendí con más fuerza lo que está pasando en ese país con sus medios, polarizados, divididos al máximo, y haciendo cada día menos periodismo y más propaganda, con las excepciones que siempre habrán al generalizar. Me he acordado de William Wilson por Venevisión, un canal que suavizó su línea editorial (algunos hablan que la vendió) con el gobierno de Hugo Chávez. Pasó de ser fuerte crítico y actor importante a nivel informativo en el golpe del 2002, a ser un canal complaciente con el gobierno del principal impulsor del socialismo del siglo XXI en la región.
Y más me acordé de la genialidad de Poe al conocer lo que hace VVlibre, una cuenta de Twitter que algunos periodistas dentro de Venevisión abrieron (obviamente en la clandestinidad) para contar lo que no sale al aire. Para ser la sombra de los censores internos, los que cambian títulos en la web del canal, los que se reúnen con funcionarios que dan indicaciones para que los temas no suenen críticos. Para ser el fantasma más temido con todos esos que hacen propaganda, no periodismo.
"No más silencio, así fue censurada noticia sobre #huelgaoea en nuestra página web"; "Cifras que no verá en nuestro canal: Más de 30 muertes violentas este fin de semana en Caracas"; "Esperando si nos dan la orden de transmitir en vivo a Chávez desde la ONU. Lo cierto que "el imparcial" De la Cotera (ejecutivo de Venevisión) dijo q abrirá noticiero".
Son solo tres muestras de las actualizaciones en la red social de microblogging. Pero también son la muestra de cómo se destruye al periodismo cuando las radicalizaciones en una sociedad comienzan a afectar las tres principales dimensiones de la libertad de expresión: buscar, recibir y difundir información (acá informe que escribí en El Universo).
Ya, cuando cada bando cree tener la verdad; cuando una sociedad se divide sin matices entre los a favor y en contra y cuando los medios caen en esa trampa, allí ya no se hace periodismo, se hace propaganda. El espejo, ahora más que nunca, es urgente para todos.

viernes, septiembre 25

Más agresiones, más intolerancia

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La agresión a periodistas de la cadena estatal Ecuador TV.
Tomado de hoy.com.ec
Primero fue una agresión salvaje a la colega de la cadena venezolana Telesur, Elena Rodríguez, a la que, según su denuncia, se la golpeó y luego se le dejó un mensaje en su carro que decía: "La próxima no te salvas, puta de Correa".
Ayer, la arremetida de encapuchados fue contra un equipo del canal estatal Ecuador TV. Una turba, armada de palos, los rodeó, intimidó, golpeó y arrebató su cámara. El clima de intolerancia, en medio de revueltas, gases lacrimógenos, protestas, marchas y represiones policiales, va en aumento en Ecuador.
¿Por qué la agresión a un equipo periodístico del canal estatal? ¿por qué canalizar la furia contra un régimen en un camarógrafo y un periodista? Son signos de los tiempos en Ecuador, un proceso que va alimentándose día a día desde diversos escenarios con un lenguaje agresivo de parte de los sectores polarizados.
Antes fue a una periodista de El Comercio. Ahora a los colegas del canal estatal. Cuidado y la importancia la analicemos dependiendo de quién es el agresor y quién el agredido. El desastre, el horror y la violencia no tienen justificación ideológica. Serán siempre repudiables.

jueves, septiembre 3

Equilibrio hasta en 140 caracteres

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Tomado de ternurita.files.wordpress.com

"Lula: Yo no haría lo que Chávez hizo en los medios de comunicación". El título me llamó la atención. Era una alerta en Twitter de la cuenta de Globovisión, el canal venezolano que hace oposición a Hugo Chávez. Abro el enlace que me lleva al sitio web del medio y a la noticia completa que recoge las críticas del presidente de Brasil a la política chavista frente a los medios, pero que también relata la profunda crítica del ex líder sindical a los medios venezolanos.
Fue un título incompleto, descontextualizado. La idea global que Lula le dijo a la AFP fue: "Yo no haría lo que Chávez hizo en los medios de comunicación (...) Pero creo que los medios de comunicación no deberían hacer con Chávez lo que hicieron por mucho tiempo". ¿Apuro? ¿Error? ¿Dificultad por los radicales 140 caracteres del Twitter? Puede ser. No voy a juzgar mala fe, malicia o ingenuidad. Los críticos a ultranza de la prensa siempre piensan que hay seres en las redacciones con las manos cruzadas, pensativos, cavilando cómo destruir al que cae mal. Eso no lo vamos a cambiar. Y hay los otros, los que creen que está bien, que mientras algo golpee al "enemigo" todo está perfecto.
Lo que me parece interesante para reflexionar es que aún en 140 caracteres se puede ser equilibrado en una noticia dura, que es la que menos carga de interpretación tiene. El título en Twitter quedaba completo, redondo, con un simple "Lula: Yo no haría lo que Chávez hizo con la prensa, pero tampoco la prensa debió hacerle lo que le hizo".
Ya lo he dicho en este blog: Los periodistas a veces nos equivocamos, por supuesto. Y los títulos son una puerta al aplauso, pero también un abismo al infierno. Creo que la vacuna para esos errores que van amarrados de la adrenalina del cierre es hacer una pausa en medio de ese vértigo (sí, así digan lo que digan los que creen que informar primero es informar mejor, así sea con vacíos y errores). Imaginar que el balde de agua fría nos moja como en carnaval. Darse tiempo para el café, caminar. Esa pausa, tal vez, nos evite un sermón sabatino o dominical. Eso dependerá de en qué país se escuche ese sermón.