sábado, marzo 13

Las dos caras de Facebook

Ilustración tomada de http://3.bp.blogspot.com/
Facebook ha devaluado la palabra amigos. La frase la leí de un periodista argentino y me dejó pensando. Es cierto. Cuando uno entra a esta red social, esa especie de manía moderna a la que muchos hemos sucumbido, y ve que tiene 300, 500 o 1.000 “amigos”, pues da para reflexionar.
Hay demasiada libertad en el sí, confirmo, como respuesta a los múltiples pedidos de fulano que “quiere ser tu amigo” y que en el fondo desea ser parte de todo ese mundo voyeur en el que estamos inmersos. Este tema, como todos los que apasionan, genera debates. Juan Faerman, escritor argentino, autor del libro Faceboom, que analiza con dosis de sarcasmo este fenómeno de masas virtuales, tiene su teoría en torno a la notoriedad que ha adquirido este sitio web.
“El éxito de Facebook radica en la palabra amigo. El promedio está en tener 150 amigos. Eso es absurdo, ya que nadie los tiene en la vida real. Son relaciones totalmente diferentes. Facebook es solo el manejo de un avatar que interactúa con otros avatares”, asegura.
Faerman, duro crítico de Facebook, habla de “realidad ficticia”, de búsqueda de mejoras de autoestima y de profundas soledades compartidas.
Cory Doctorow, blogger canadiense, editor de
BoingBoing.net, también tiene una visión sarcástica del concepto de amistad en Facebook. En un artículo titulado ‘Cómo tus espeluznantes ex colegas de trabajo matarán Facebook’, analiza esta temática: “Por cada camarada perdido que me encuentra en Facebook, hay un tipo que me daba tundas semanalmente todo el séptimo grado, pero ahora quiere ser mi pana; o aquel alocado que era divertido en el colegio, pero que ahora es un tristón; o el espeluznante ex compañero de trabajo por el que cruzaría la calle para evitarlo, pero que ahora quiere saber ¿soy tu amigo? Sí o no. En este instante, por favor”.
Esas son las visiones duras, las negativas. Pero también se puede analizar a Facebook con la mirada transformada del Scrooge de Dickens luego de que lo visitaran los fantasmas. Hay, desde luego, un lado positivo. Todo tiene que ver con la manera en que utilizamos la herramienta y le sacamos provecho para lo que queramos.
Facebook puede ser un instrumento poderoso para diversas profesiones. Además de encontrar textos especializados y grupos de profesionales afines, es un potencial vínculo para vender, aprender, compartir...
Lo real es que la comunicación sigue cambiando a pasos acelerados y las interrelaciones también. Ya la consultora Gartner reveló en
un estudio que los días del correo electrónico están contados. Que el inicio de su desaparición será en el 2011 y que las empresas recurrirán a las redes sociales (como Facebook) para su comunicación interna.
¿Cómo estamos cambiando nosotros al comunicarnos? Cada uno mírese al espejo y respóndase si le saca o no provecho a la tecnología.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El Facebook, se ha convertido en un submundo en el que más de uno se ha sentido tentado por formar parte, es más yo mismo pertenezco a este. La tentación surge sobre todo porque nos muestra un mundo cercano a lo perfecto, por lo menos eso es lo que reflejan las fotografías de los amigos de la red que demuestran sonrisas que nos hacen pensar que son muy felices.
Mientras más amigos tengas mejor, y ¿dónde queda la interacción social?, que va a pasar con la sociedad en sí, si cada vez nos convertimos en parte de un grupo enorme, aislados entre si y conectados solo por la imaginación.