viernes, agosto 27

Menos voces críticas, más confort del poder


Definitivamente no me gusta el estilo de Jorge Ortiz para hacer periodismo. No veo como un referente para el oficio un estilo que destila bastante hígado. Lo escribí hace algunos meses en este mismo blog y hoy el tema vuelve a ser de debate cuando el presentador de Teleamazonas, duro crítico del gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, anunció su salida del canal.
Realmente anunció lo que ya muchos sabíamos: que ya estaba fuera. Que lo que tenía que hacerse era el anuncio oficial, en vivo, de su renuncia. Que sus largas vacaciones eran tiempo que le ganaba al tiempo. Que la tensión que generó la batalla entre su postura crítica contra Correa y la contrarréplica del Presidente de Ecuador con duros insultos sabatinos y cadenas nacionales recurrentes, no se podía estirar más. Que la cuerda se iba a romper por el lado más fino.
Y lo que queda para el análisis es que, pese a que nos guste o disguste Ortiz, pese a que su estilo haya tenido tanto fastidio por parte de un sector; una voz crítica, una más, desaparece del periodismo ecuatoriano. Otra voz de contrapoder, esa función que es inherente a la prensa en las sociedades democráticas, se apaga.
Antes fue Carlos Vera, hoy convertido en activista político. Ahora es Jorge Ortiz. Menos voces críticas. Menos disenso. Más miedo. Más cabezas agachadas. Es el signo de los tiempos en Ecuador. De este Ecuador revolucionario y socialista del siglo XXI.

10 comentarios:

Ricardo Tello dijo...

Creo que el estilo de Ortiz era similar al de Correa.
Estoy de acuerdo contigo en categorizar periodísticamente su estilo: "con el hígado".
Nada de investigaciones serias, documentadas o imparciales, como sí lo han hecho Juan Carlos Calderón y Cia. para citar un ejemplo.
Lo bueno de todo esto es que podremos seguir leyéndolo en Diners, donde su erudición se pone en evidencia.

VOZQUEJO TEATRO dijo...

Vaya!!! un periodista-crítico menos, aunque NUNCA lo apoyé. Las voces amargas son necesarias, algo de verdad o razón tienen.
Pero vendrán otros no lo duden.

Darwin Palacios dijo...

¿Menos voces críticas? Carlos Vera no se ha callado, es más, ahora se le abrieron los espacios de opinión. En cuanto a Ortiz estoy seguro que seguirá con su oposición tenaz. En otros tiempos no muy lejanos las voces se callaban a tiros.

Fernando Astudillo dijo...

Muy cierto Ricardo lo de Diners. Ahí es donde disfruto del gran conocimiento que, sin lugar a dudas, tiene Jorge Ortiz. Sus escritos de política internacional están entre mis favoritos en esa revista.

Fernando Astudillo dijo...

"Las voces amargas son necesarias". Excelente frase Delta, que resume la cita clásica de Voltaire, tan necesaria en las sociedades democráticas. Totalmente de acuerdo. Saludos

Fernando Astudillo dijo...

Darwin, gracias por opinar. Prefería al Carlos Vera periodista que al totalmente político. En mi opinión le servía mejor -con sus errores y aciertos-, a la sociedad. Ahora sus apariciones están envueltas de ese halo de política que nos repletan de dudas a muchos.
Saludos

Anónimo dijo...

Cada pueblo tiene los periodistas y gobierno que se merece. Aquí le han dado mucha importancia a Correa, tanta que algunos periodistas se preguntan si la ausencia de Correa genera menos noticias a los medios. Tremendo! Tanto Ortiz como Vera y compañía, incluyendo tu mismo, le han dado importancia de sobra a lo que dice o deja de decir el presidente, que se alimenta todos los sábados de lo que hacen ustedes los periodistas y los pone en ridículo ante el pueblo que le gusta el show.
El problema no es lo que hable o vocifere Ortiz, el problema es que le dan amplia publicidad al propio Correa y no hay que dudar de que el tipo ha sabido ganarse a la gente y los periodistas, a ojos del ciudadano común no tiene la credibilidad de antes, ya que ahora utilizan la pantalla para saltar a la tarima, ejemplos? están en todas partes, y han dejado en mal predicamento a los comunicadores, desde Panchana hasta Vera, etc etc etc

Anónimo dijo...

La verdad es que este tema esta demasiado hablado... sería bueno que tocaras el tema de la violencia contra todo el mundo, y ya que el blog es de periodismo... el terror también ha cobrado las vidas de comunicadores, doctores, pobres, ricos, políticos, etc. Y que hacen las palabras, editoriales, marchas, contra marchas, carteles, cartas? No quiero responder con la cruda realidad de un NADA. Lo dejo a criterio de cada quien.

Iván Quezada B. dijo...

Como el nombre del blog, Ortiz se presenta distinto, amirable, magnífico con su pluma cuando se lo lee en Diners.
Porqué esa metamorfosis.
Siempre preferí al Ortiz que leo al que escucho y oigo.

wilfridso gonzalez dijo...

uno de los problemas principales del periodismo ecuatoriano,es el de no haber evolucionado a la par con el pensamiento popular,si bien es cierto que los medios cuentan hoy con tecnologia de punta para informarse y difundir informacion, no es menos cierto que parece que estan convencidos de que se dirigen a un publico de tres generaciones atras. la realidad actual es que ahora se dirigen aun pueblo culto con sentido critico, que tiene acceso a multiples canales de informacion en la aldea global y que muchas veces esta mas informado que los mismos medios.sera acaso que estamos ante la necesidad del nacimiento de una nueva clase de periodistas,hombres y mujeres libres e independientes que cumplan con su deber de investigar e informar, alejados de las beligerantes posturas politicas de los medios, que sean ejemplo de virtud publica, que no es otra cosa que el amor a la patria y sus leyes, periodistas portadores de ese sentimiento sublime, que supone la preferencia del interes publico, ante todos los intereses particulares,sin influencia de los medios de los que dependen economicamente,y sin la presion y la inescrupulosa censura previa de algunos de los dueños de los medios o gobiernos de turno. Particularmente pienso que corresponde a los periodistas demostrarnos que ya han nacido, que se encuentran entre nosotros, y que con su imparcialidad, dia a dia pisan el campo del honor, para ser dignos representantes de su sagrada profesion.