sábado, septiembre 11

Menos insultos, más argumentos

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Haga click en la parte inferior derecha para ampliar y ver, luego de darle Play, algunos ejemplos de comentarios en medios ecuatorianos.

Vivimos la época del intercambio en tiempo real en su máxima expresión. Escribes y te contestan al segundo. Comentas lo que otro ha comentado y una ráfaga de respuestas puede llegarte. Vienen, raudas, desde un celular, desde la computadora.
Los portales de los medios de comunicación, los tradicionales o aquellos nuevos medios exclusivamente on-line, son parte natural de esta corriente. Los comentarios son vitales. Las audiencias necesitan –siempre lo han necesitado– comentar su mundo, criticar, argumentar, debatir; y la explosión que se vive con las redes sociales combinada con el periodismo en la era digital ha generado apertura para que ese aporte sea mayor.
Pero lo que me intriga es cómo los medios ecuatorianos, y los mundiales en general, pueden canalizar mejor esa capacidad de debate en los comentarios que se dan en las notas o en las cuentas de Facebook o Twitter que manejan. Me pregunto también cómo los ciudadanos podemos aportar para que esos comentarios, tan bienvenidos, no caigan en el insulto fácil, en un regionalismo destructor, en xenofobias, homofobias y en una agresión sin argumentos como lastimosamente ocurre.
Realmente es la época del comentario, pero también la época del ataque sin piedad. Todos los días somos testigos, en diversos portales, blogs y cuentas de redes sociales, que los comentarios a los enlaces de información noticiosa –algunos de ellos escondidos en el anonimato o los seudónimos– son rebatidos entre algunos lectores con el simplón recurso del adjetivo hiriente, y que las palabras llegan a niveles de agresión al otro, no a rebatir una idea.
La preocupación es global. Miguel Ángel Jimeno, profesor de periodismo de la Universidad de Navarra, en España, ha creado un grupo en Facebook, denominado Por el control de la barra libre en los comentarios de publicaciones online. “Hay que dar un paso más en el periodismo digital para que la libertad de expresión no esté por encima del respeto, la responsabilidad y la ética profesional”, asegura en el sitio.
Esta postura de Jimeno es clara. Apunta a una responsabilidad de los medios en lo que publican en sus espacios, en este caso con material de sus lectores. Hay otros que opinan que la red debe ser un espacio de total libertad y que ese debe ser el precio de las nuevas tendencias.
También hay una postura adicional, que tienen algunos portales noticiosos, de que los propios lectores moderen los comentarios, al otorgar votos positivos o negativos o denunciar si consideran que algún comentario está fuera de tono.
La Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) también hace cuestionamientos. En su blog
Nodo Digital pregunta cómo los medios pueden aprovechar los comentarios de sus lectores, y apunta a que los periodistas deben entender que hoy una de sus funciones es la de administradores de flujos de conversaciones.
Hay un reto para los medios. Y un reto para los ciudadanos lectores de esos medios digitales. Es el desafío para ese personal que trabaja en los portales noticiosos de lograr mediar con sus comunidades para construir juntos una mejor ciudadanía crítica.
Y es el desafío para esos lectores, totalmente ajenos a la pasividad de antaño. Su reto es el de los argumentos, no de los insultos. Es lo que necesitamos desesperadamente como sociedad cuando debatamos en ese maravilloso mundo online.