domingo, julio 18

Para ver con los dos ojos

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Tomado de www.bismanphoto.com

En Finlandia, desde este mes de julio, es un derecho ciudadano acceder a una conexión de internet de un mínimo de 1 megabyte por segundo. Es el primer mundo que está pendiente de orientar sus leyes para que sus ciudadanos tengan acceso al conocimiento que hoy circula velozmente y cada vez en mayor medida por la web.
El objetivo finlandés es que en cinco años el acceso mínimo sea de 100 megabytes por segundo. Increíble y envidiable cifra, cuando comenzamos a comparar nuestras distancias (recuerde bien su modesta conexión de 256 kbps que le hace dar más de un coraje).
Ecuador, en el afán de disminuir la brecha digital, ha tomado algunas medidas
últimamente que, de a poco, han conseguido abaratar los costos del servicio de internet de banda ancha. Es obvio que, pese a los esfuerzos, falta mucho por hacer. Sobre todo en lograr que el acceso sea masivo, un objetivo que en el siglo XXI es vital para la competitividad de cualquier país.
Si bien los teléfonos celulares juegan cada vez más un papel preponderante para el acceso al internet (en el futuro mediato será casi regla común que estos aparatos brinden este servicio a precios que irán mejorando), lo ideal es una masificación en los hogares, centros educativos, instituciones en general.
El tema del acceso ciudadano al internet lo ha topado el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, a propósito de las fiestas julianas. Él ofrece hacer de esta una “ciudad digital”, dotando de puntos de acceso gratuito a internet en diversas zonas turísticas.
Suena positiva su promesa. Ojalá se concrete y que otras ciudades del Ecuador piensen lo mismo y mejor. El acceso a internet es acceso al conocimiento. Seguir en un mundo deficitario en conexiones es como tener una sociedad que deambula con un solo ojo por las calles de sus ciudades. Van, parchados, viendo el mundo con una sola mirada, imposibilitados de entender esa otra realidad que se va forjando en el mundo on-line y que, lo acepten o no, los involucra, los influye ahora o los involucrará o los influirá mañana.
Y así como Finlandia, en Europa, ofrece garantías para sus ciudadanos, el mundo entero reclama el acceso a internet como algo ya básico. La
BBC hizo una encuesta global en 26 países a más de 27.000 adultos. El 79% respondió que el acceso a la red debe ser “un derecho fundamental de todas las personas”. Además, la mayoría mira a la red como un espacio positivo, un excelente lugar para aprender y que genera mayor libertad a sus vidas.
¿Ciudades digitales en el Ecuador? ¿Más y mejor acceso a internet? ¿Un servicio cada vez más barato? Son varios retos adicionales para los alcaldes ecuatorianos. Para las autoridades ecuatorianas en general. Para los posibles emprendedores que inundan la red con ideas en sus excelentes blogs y portales. Para todos aquellos que no quieran que sus ciudadanos y contemporáneos vayan por sus calles viendo el mundo con un solo ojo.

jueves, julio 15

En Facebook no dejamos de ser periodistas

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Tomado de farm3.static.flickr.com
A Octavia Nasr no le sirvieron de escudos sus 20 años como corresponsal de CNN. La cadena de noticias la despidió porque usó su cuenta de Twitter para expresar su pesar por la muerte de un clérigo libanés considerado "terrorista" por los Estados Unidos.
El Gran Ayatolá Sayyed Mohammed Hussein Fadlallah, según esta nota de la BBC, el clérigo chiíta más influyente en el Líbano y quien inspiró al grupo militante Hezbolá, falleció a inicios de este mes en Beirut.
Nasr había escrito, apenas enterarse del fallecimiento: "Me entristece oír que murió Sayyed Mohammad Hussein Fadlallah... uno de los grandes de Hezbolá que yo respetaba mucho".
El despido de Nasr (acá su argumento y disculpa por el tweet) que, según la CNN se da porque su comentario comprometía la credibilidad de la corresponsal en el Medio Oriente, no es el único. Es uno de los últimos de una serie de eventos que se han dado en tiempos recientes, en que el uso de las redes sociales está profundizándose cada vez más en las redacciones. Y como todo lo nuevo, aún hay miedos, dudas y líneas muy delgadas sobre si se puede separar lo institucional de lo personal en los comentarios de los periodistas en estos sitios.
¿Son realmente dos voces las que se pueden separar? ¿Podemos hablar de que hay un ser que a veces escribe como periodista y en otras veces lo hace como no periodista? Plantearía estas interrogantes como primer paso para la reflexión. Y la respuesta obvia es que no. El periodista es el ciudadano. El ciudadano es el periodista. Lo que dice en las redes es su única voz y debe entenderse como otra más de sus responsabilidades frente a su público, por pequeño que sea y que, lo querramos o no, interpretará nuestros comentarios como parte de nuestra realidad periodística.
¿Somos entonces esclavos de nuestro oficio? Yo diría que la ética inherente al periodismo es la de la disposición permanente para el oficio. Somos periodistas las 24 horas del día, lo que no significa que no tengamos vida propia ni que podamos usar las redes sociales para comentar sobre trivialidades de nuestras realidades personales, si así lo queremos. Lo que está claro es que las redes, si las usamos como parte de nuestra perspectiva profesional, tienen las mismas reglas que el papel, que la televisión o la radio. Allí están vigentes la ética, el citar la fuente, el argumentar, el aceptar la crítica con altura, el diferenciar la opinión de la información. Está vigente, sobre todo, buscar ese triángulo fundamental del periodismo: la búsqueda de la verdad con responsabilidad e independencia.
Hay un debate intenso en estos momentos en algunos grandes medios sobre qué hacer. Unos han tomado una medida radical: el control de lo que dicen sus periodistas en las redes. Otros piensan que eso es una censura, esa que los medios siempre han criticado de parte del poder.
Estoy convencido en las posibilidades infinitas de la libertad de la red. Suscribo esa libertad. Pero por supuesto que esa posibilidad de ser libre viene aparejada, como siempre lo ha sido en el oficio, con una gran responsabilidad. El debate sigue abierto.

Algunas políticas de medios sobre redes sociales y más:

Las reglas de The Washington Post para sus periodistas.
Lineamientos de Associated Press.
La política para los periodistas de The New York Times.
Lineamientos de Folha de Sao Paulo.
Las reglas de Reuters.
Las reglas de WSJ "son muy restrictivas". Una visión desde el Nieman Journalism Lab.
Jeff Jarvis, contra los controles en redes sociales.
Participa en foro de la FNPI: ¿Deben los medios controlar lo que sus periodistas hacen en las redes sociales?
Despiden a periodistas por postear videos satíricos en YouTube.

martes, julio 6

Reporteros, ¡aquí hay ayuda!

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Hay un mal que a veces se toma las redacciones: las fuentes repetidas. Que si se llama al mismo economista, que el sociólogo tal opina sobre esto y sobre lo otro. Que el analista político vuelve a dar su discurso. El mismo de siempre.
Hay desidia a veces, desinterés en ir más allá de la agenda gastada de contactos. Por eso me ha llamado tanto la atención el sitio Helpareporter. Fundado hace dos años por el emprendedor estadounidense Peter Shankman, este sitio es una red social dedicada a encontrar expertos que contesten las inquietudes de periodistas y bloggers en todo el mundo.
Su base de dactos actual habla de más de 100.000 fuentes activas y más de 30.000 periodistas inscritos. El proceso es sencillo y gratuito. Un periodista o blogger ingresa al sitio, se suscribe dando su correo electrónico y pasa a formar parte de la base de datos. Si alguna vez tiene una inquietud pues la hace y su pregunta le llega a los miles de expertos diseminados en el mundo.
ABC, CBS, Reuters, CNN, Gannett, algunas de las agencias más importantes del mundo hacen consultas a través de sus periodistas.
Al suscribirse se reciben tres mails diarios (el primero antes de que salga el sol), cada uno con una treintena de inquietudes de diversos comunicadores del mundo. Desde aquellos que buscan historias de aficionados a los videojuegos, del que quiere saber cuál es la mejor forma de hacerle seguimiento a un plan estratégico de negocios, de la autora que rastrea historias de fantasmas en las carreteras hasta la ansiedad de una investigadora que quiere saber la opinión de las mujeres sobre qué piensan de los hombres que visten camisas rojas.
Helpareporter (que se financia con marketing directo y viral) es una oportunidad interesante para explorar otras formar de comunicarnos, de obtener informaciones. El sitio, que inicialmente fue un grupo en Facebook, está en inglés, esperando el emprendimiento iberoamericano para que haya una iniciativa similar en español.