martes, febrero 3

¡Es verdad, lo dice Wikipedia!




Vivos que aparecen muertos. Villanos que se convierten en héroes. Desmayos que se tornan fallecimientos repentinos. Wikipedia, la enciclopedia electrónica libre, ha estado cargada en sus ya ocho años de historia, de estas anécdotas de falta de rigor en sus informaciones.
¿Vandalismo electrónico? ¿poca credibilidad de este website? ¿utopía de los profetas del aperturismo total online? Las críticas a la confiabilidad de Wikipedia no son nuevas. Ha sido despreciada intensamente por los puristas enciclopédicos, pero también defendida con pasión por los impulsores de un conocimiento libre, más democrático y menos acartonado, pero sobre todo ajeno a una visión de dictadura de los que afirman tener la última palabra en la publicación del conocimiento.
Ese menosprecio intelectual no ha logrado desvirtuar de un solo tajo todo un esfuerzo monumental -tal vez el más grande de la historia- para permitir el acceso libre a montañas de información enciclopédica.
Wikipedia, hoy en día el séptimo sitio con más tráfico en el internet en todo el planeta, está basada en el concepto wiki (creación colectiva de material en la web que se publica inmediatamente sin revisión) y tiene un batallón de voluntarios a nivel mundial que revisan lo que cualquier persona con acceso a internet puede ingresar o editar en la enciclopedia.
Políglota y diversa -al momento de escribir este post hay más de 11 millones de artículos en 265 idiomas, unos 2,7 millones en inglés y cerca de medio millón en español- Wikipedia es el sueño de Jimmy Wales, un estadounidense de Alabama cuya educación agrupada (en su aula recibían clases a la vez los alumnos de varios cursos) tal vez pueda dar luces del porqué de su idea colectiva, que hoy es impulsada a través de la fundación sin fines de lucro Wikimedia.

Jimmy Wales, cofundador de Wikipedia junto a Larry Sanger.
Tomado de Wikimedia.org

La realidad actual es clara: es la época de mucha reportería por internet. Es la época de sombrear textos en la red, de copiar y pegar y a veces hacerlos pasar como propios en los sitios web con fines de lucro que no ponen fuentes, que usurpan el trabajo informativo de otros. Es, también, la época de la popular dictadura de Google, que por momentos parece una caja mágica que lo tiene todo. Que ayuda, por supuesto, de una manera maravillosa como herramienta, ahora básica, para el oficio.
En esta época que, por ratos, se distancia cada vez más de ese palpar los libros olorosos a tiempo, las enciclopedias amarillentas o los atlas gigantescos tan difíciles de manejar, ¿es posible confiar en Wikipedia como una herramienta poderosa para el oficio y para la educación en general?
Hay algunos que dicen que no. El Departamento de Historia de la Universidad de Middlebury prohibió a sus alumnos citar a Wikipedia en sus trabajos de investigación. El coraje final llegó en la clase de Historia de Japón cuando varios alumnos afirmaron que los jesuitas apoyaron una rebelión del siglo XVII, cuando aquella comunidad religiosa no tenía ningún poder en la época, ya que vivían escondidos. ¿El culpable? Wikipedia, por supuesto.
Pero hay otros que aseguran que sí se puede confiar. Un estudio de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, encuestó a decenas de académicos para evaluar la credibilidad de Wikipedia. Los dividió en dos grupos: el primero debía leer un texto de su especialidad y el segundo acceder a un artículo aleatorio de la enciclopedia. La conclusión a la que se llegó es que la precisión de Wikipedia es alta.
Otro similar, de la prestigiosa revista Nature, hizo evaluar, por expertos, artículos de Wikipedia y de la clásica enciclopedia Britannica, referencia admirada en el mundo académico con 241 años de historia. Al final de la evaluación, los lectores, que no sabían a qué enciclopedia pertenecían los textos que revisaban, encontraron un promedio similar de errores en ambas publicaciones: en Wikipedia cuatro, y en la Britannica tres.
La polémica está servida. Críticos y defensores. Escépticos académicos y millones de confiados usuarios. De lo que estoy convencido (y que no es nada nuevo) es que no se puede confiar en una sola fuente. Mientras más visiones haya, mejor será para nuestro trabajo. Y mientras más cruces de textos se hagan, las certezas estarán más próximas. Es un principio básico de periodismo. Wikipedia es una fuente más, tal vez una interesante para adentrarse por primera vez en un tema que se desconoce. Que puede ser de ayuda, claro que sí, pero también de problemas de rigor si no se aplica la filosofìa de la duda, tan vital para la buena salud del oficio.
En esta época de aperturas, de participaciones colectivas, lo que no se puede es prohibir ni despreciar algo de una manera que pueda recordar a épocas oscurantistas. Es, como dice Jimmy Wales en una entrevista con Clarín, el tiempo de la comunidad. Es, además, el tiempo de entender que todo es perfectible. Y es, también, el tiempo de ser audaz: "Decirle a los chicos que no usen Wikipedia es lo mismo que prohibirles el rock".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto que no hay que creer en una sola fuente, no solo con el internet, puede ser con una noticia en diarios, revistas o en la tv. pero personalmente creo que Wikipedia es una buena fuente de información rápida. La he utilizado muchas veces y puedo decir que no me ha ido nada mal, todo lo contrario.
El internet es, para mi, el mayor y mejor invento que ha existido hasta ahora, porque está lleno de información realmente valiosa que antes de este hermoso descubrimiento era dificil de tener acceso.
Todo hubiera sido más fácil para mi y para mi generación si en la época del cole hubiera existido Wikipedia u otra enciclopedia electrónica.

Anónimo dijo...

hola,

me agrada el tono del artículo, porque estoy harta de que se traten las cosas sólo en blanco y negro. Tengo un amigo bibliotecario de Wikipedia que es una de las personas mas inteligentes que conozco. Sé que la herramienta tiene limitaciones, pero lo importante es mejorarla, no desestimarla porque, de todas formas, ya ha ganado la batalla contra todas las demás fuentes para los jóvenes. Ninguna otra es más consultada, por lo tanto, trabajemos en hacerla buena!