Tomado de noticias24.com vía Presidencia de Ecuador.
Allí, los titulares no pecan de sesgados. Son equilibrados y no ofenden. En fin, es un periodismo de primera, como para que los ecuatorianos estemos totalmente informados.
El Presidente nos pide, además, que botemos al tacho de la basura a los demás medios. No los lean, no los vean, no los oigan, nos sugiere cada sábado. A los corruptos, me refiero. A esos que aún ejercen la crítica a su gobierno. Y que son cada vez menos.
Entonces abro El Ciudadano y me encuentro con 'periodistas' que no creen en el periodismo. Me encuentro con el inicio de una campaña, titulada La frase de la libertad de expresión, que dice: "Los periodistas dicen algo que saben que no es verdad con la esperanza de que, si lo siguen diciendo, acabará siéndolo". Arnold Bennett, novelista británico. Busquen un poquito sobre Bennett y se darán cuenta que también fue periodista. Uno mentiroso, por lo que veo.
Cuando el presidente me pide como ecuatoriano que lea El Ciudadano porque el resto de periodismo no sirve, ¿cuál es su mensaje? ¿Que este, el de El Ciudadano, es el periodismo que vale? ¿Este, el que en su filosofía apuntala al no creer en el periodismo, una de las piezas fundamentales por siglos en las sociedades democráticas? ¿El que no cree en la verdad como el capital fundamental a perseguir en el oficio? ¿Qué es, entonces, El Ciudadano? ¿Hay periodistas en su Redacción? ¿Se sienten periodistas? ¿Hacen periodismo? ¿Hacen propaganda? ¿Están conscientes de la diferencia?
El link de La frase de la libertad de expresión de El Ciudadano (que tiene también una versión impresa quincenal) está hasta este momento en que escribo. Por supuesto que hay los comentarios de sus lectores en contra de la prensa independiente. Duros, absolutos, generalizadores. Tienen su derecho, sus razones tendrán. Los otros, los que sé que otras personas han escrito, con altura, sin insultos, no aparecen. Sus editores, tan distintos, tan ajenos a las prácticas criticadas de los medios mafiosos, decidieron que no valía la pena leerlos. Vayan entonces. Corran a leer El Ciudadano. Van a estar informados.
6 comentarios:
El viernes escuché a Alberto Acosta decir que la revolución ciudadana está viviendo del "publirreportaje".
El Ciudadano es el peor de los ejemplos de prensa corrupta, de la que pretende convencernos confundiendo información con propaganda.
Para que le siguen la corriente a Correa? le dan más publicidad. Mal mal mal
Excelente reflexión, Fernando. Pero me gusta también la reflexión del anónimo (seudónimo lamentable). Es un tema que Ricardo, tú y yo y muchos otros deberíamos ventilar: ¿estamos sobredimensionando al Presidente?
Sí, Rubén, es un tema para debatir. ¿Sobredimensionamos su sobredimensión a los medios? Para reflexionarlo. Me acuerdo de Bucaram. Había algunos que criticaban: "¿Para qué lo siguen a todos lados y ponen que come guatita?". Otros, entre esos un hombre sabio que tú conociste, decía: "Hay que mostrar quién es realmente. Es nuestro deber".
De acuerdo con el maestro. Pero, ¿mostrarlo es recoger sus declaraciones y ponerlas en el papel? ¿Mostrarlo es caer en su juego y subir al ring para que cada sábado intente noquearnos con nuestros errores? ¿Mostrarlo es repetir lo que DICE o mostrarlo es CONTAR COMO ES?
Mostrarlo debe ser contar cómo es y qué repercusiones tiene o puede tener lo que dice y hace en cada uno de los ecuatorianos.
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